viernes, 12 de marzo de 2010
"Green Zone", Mi Critica a Esta Obra de Accion
Escribo estas palabras pocas horas después de haber visto este 'Green Zone' para aprovechar la reacción más básica e inmediata que me ha suscitado el film, una decisión arriesgada por cuanto puede erradicar de esta crítica la conveniente reflexión posterior que ayude a calibrar en su justa medida el impacto de la película, el cual ya adelanto ha sido tremendamente gratificante. Pero bueno, si lo hago es por corresponder a un film sobre el que sale más rentable reaccionar de manera esencialmente emocional para dejar al margen cuestiones más indolentes y puñeteras, y no porque no resista con soltura un análisis serio, reposado y meticuloso, sino porque como todo film que es puro nervio visceral su entente reposado reduce el alcance de su visionado, y eso es algo que no quiero menospreciar dado el excelente sabor de boca inmediato.
El resumen más preciso que se me ocurre es recurrir a lo más fácil y evidente posible, que no obstante en este caso es a la vez lo más efectivo para dibujar el concepto del film: este 'Green Zone' es, básicamente, un nuevo 'Bourne', para más datos un Bourne que se va a la guerra de Irak, aunque salvando ciertas distancias, las justas y necesarias para ser una producción con entidad y personalidad propia. Mismo corazón pero distinto cuerpo, para entendernos. una nueva muestra del talento de Greengrass para dinamizar y estilizar el concepto de thriller. 'Green Zone' es un trepidante e intenso set-piece continuo, un film tan embriagador como extenuante, una frenética montaña rusa de casi dos horas que expone un nuevo ejemplar de enérgica narrativa canalizada mediante una visualización y puesta en escena agresiva. En resumen, lo dicho: puro nervio.
Se hace más que evidente que la mano de Greengrass es plenamente reconocible en cada fotograma de 'Green Zone' donde vuelve a reincidir en sus señas de identidad, tanto para bien según lo consideren sus fans como para mal segun sus detractores: su agresivo pulso visual, su estilizada concepción narrativa, su plausible y convincente realismo efectista, su concisión y sutileza conceptual ambivalente llena de matices, etc. Así, 'Green Zone' se amolda al inimitable Greengrass, quien vuelve a trabajar con sus habituales en fotografía, montaje, música, etc., y quien la dota de la misma efectividad a la que dotó a los dos films de Bourne, pero sin perder la profundidad y consistencia dramática de 'United 93' o 'Domingo Sangriento', sumando un trabajo redondo y muestra a exponer de la unión factible de fondo y espectáculo. Un triunfo inapelable, y un deleite sensorial.
'Green Zone' se sobrepone a su propia historia y contexto que en esencia ya creemos conocer, y que supone un riesgo potencial de cara a los prejuicios y desinterés preliminar del espectador, eso y su propia promoción, que juega al enemigo en casa vendiendo un concepto erróneo sobre el film y su devenir (y de paso revelando más información de la necesaria, un mal moderno incurable por desgracia). Al igual que en la reciente ganadora del Oscar 'En Tierra Hostil', presenta un relato aparentemente bélico que huye del trasfondo bélico como razón de ser: la guerra de Irak es el marco, no la acción aun sin dejar de estar presente, pero los valores y cuestiones que se plantean van más allá del conflicto y muy por encima del manido eslogan del género belicista "qué mala es la guerra". Es un thriller dramático de corte conspiranoico ambientado en una guerra, y listo.
Matt Damon, por su parte, confirma una vez más su solvencia como intérprete, su buena presencia como "star" en pantalla y el porque es uno de los actores mejor considerados por Hollywood, creando un personaje creíble que aun sin grandes halagos resulta identificable, y para nada deudor de su querido Bourne. Arropado por un convincente y eficaz plantel de secundarios, lo ajustado de su concisa exposición narrativa sumado a la estimulante representación técnica de un conflicto tan perceptible por la retina del espectador curtido a través de la CNN y demás, nos lleva a las entrañas del conflicto mediante la estimulación de nuestros instintos cinematográficos más básicos y eficientes. 'Green Zone' se disfruta como pocas sin caer en las tonterías del absurdo ni dejar de lado un contenido sobre el que apoyarse. Para quien firma estas líneas, y a riesgo de caer en el entusiasmo desmedido, un film más que notable e imprescindible. Con algo más de reposo y contraste racional, una joya a tener en cuenta.
Nota: 8.5
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